Hoy me permito presentaros a dos de mis pintores favoritos, Jack Vettriano y Edward Hopper.
No destaco sus cuadros por su belleza intrínseca, discutible, ni tan sólo creo que fuese capaz de tener uno colgado en mi casa, no obstante, lo que más valoro, es que ninguno de los dos es capaz de dejarte indiferente tras un primer y atento vistazo.
La luz ténue, la atmósfera inquietante, la soledad de sus personajes, la inminencia de que algo va a ocurrir, y un realismo pesimista, salpican las obras de estos artistas.
Pinto de vez en cuando, últimamente muy de vez en cuando y debo más cuadros de los que soy capaz de recordar, y lo que más valoro no es la belleza plástica si no la capacidad de emocionarte, de sentir que en ocasiones complejos trabajos o simples pinceladas son capaces de catalizar un torrente de sensaciones y pensamientos. Solo así, desde mi ignorancia he comprendido que la belleza no existe si no es capaz de romper la indiferencia.
Os invito a pasear por internet y buscar algunas de sus obras, hacedlo un día, a ser posible gris, mientras resbalan las gotas por el cristal y humea un café en la mesa .
Os invito a pasear por internet y buscar algunas de sus obras, hacedlo un día, a ser posible gris, mientras resbalan las gotas por el cristal y humea un café en la mesa .
Duke Weinn